Nos alojamos en la casa San Cosme. Preciosa, todo espectacular, las vistas, los servicios de la casa fenomenal no le falta ningún detalle, las tardes con barbacoa y su pérgola para pasar unos ratos espectaculares. Graciela es la amabilidad personificada, nos trato de maravilla. Desde allí puedes hacer rutas maravillosas. Un lugar con encanto. Desde luego que volveremos.